“Este año es decisivo para que el Munal reconecte con los jóvenes”

Este año es decisivo para que el Munal reconecte con los jóvenes
Mireida Velázquez propone una dirección con perspectiva crítica
▲ Visibilizar a sectores ignorados, honrar la historia del recinto, ofrecer experiencias visuales y romper con la rigidez, plantea la titular del museo, aquí durante la entrevista.Foto Yazmín Ortega Cortés
Daniel López Aguilar
Periódico La JornadaMartes 29 de julio de 2025, p. 2
Mireida Velázquez Torres, directora del Museo Nacional de Arte (Munal), encabeza una renovación que honra la historia del recinto, actualiza sus espacios y replantea la curaduría para abrir el acervo a nuevas miradas e interpretaciones.
Éste es un año decisivo para reconectar con las generaciones más jóvenes y narrar la historia del arte mexicano desde una perspectiva interdisciplinaria y crítica
, señaló en entrevista con La Jornada.
Lo fundamental consiste en poner las colecciones en diálogo con el presente, para que los visitantes vayan más allá de las piezas emblemáticas y descubran nuevas lecturas, múltiples voces y sentidos que hasta ahora han permanecido ocultos.
Su regreso al Munal, institución donde inició su trayectoria en 2001, trae consigo una convicción contundente: No podemos sostener discursos uniformes; la creación artística nacional es un entramado complejo y plural que demanda cuestionamientos constantes para seguir creciendo
.
Esa mirada crítica y renovadora se sustenta en una formación sólida. Doctora y maestra en historia del arte por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Velázquez aporta a esta etapa una trayectoria respaldada por años de experiencia en gestión y curaduría en varios museos, como el Nacional de San Carlos y el de Arte Moderno.
Con cerca de 9 mil obras, el Munal enfrenta el reto de exhibir sólo una pequeña fracción debido a las limitaciones de espacio. Por esa razón, la estrategia se centra en destacar las relaciones entre las piezas, sus contextos sociales, históricos y culturales, así como la pluralidad de quienes dieron forma a esos relatos.
Buscamos visibilizar a quienes han sido ignorados: mujeres, pueblos originarios y todas las identidades borradas por la historia oficial
, subrayó Velázquez.
Uno de los ejes centrales de esta fase es la renovación del recorrido dedicado a los siglos XIX y XX, junto con un rediseño museográfico pensado para ofrecer una experiencia integral y accesible.
La propuesta del museo busca ir más allá de la simple exhibición, generando vínculos interdisciplinarios con la música, el cine y la danza, que permitan construir narrativas inclusivas, actuales y cercanas a quienes lo visitan.
El Munal debe ser un foro dinámico, que invite a quedarse, explorar nuevas ideas, cuestionar y disfrutar. Un sitio que rompa con la rigidez habitual para fomentar la interacción, la comunidad y el gozo. Es posible que los museos sean a la vez amenos y seguros, sin perder profundidad ni capacidad para la reflexión
, añadió la directora.
El segundo semestre del año traerá propuestas que reflejan esta visión renovadora. Destaca una exposición dedicada al pintor mexicano José María Velasco, realizada en colaboración con el Museo Kaluz, que profundiza en la técnica y la identidad detrás de su paisaje decimonónico.
Queremos ofrecer una experiencia visual que revele otras dimensiones de este artista, parte esencial del imaginario nacional
, comentó Mireida Velázquez. Otra muestra destacada aborda la presencia de la mujer indígena desde la época del virreinato hasta la actualidad.
Curada por Ariadna Solís y Andrea García, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, esta propuesta representa un acto de justicia histórica que desafía las narrativas dominantes y otorga voz a quienes antes fueron representadas desde perspectivas externas y masculinas.
Permanece en el interés del público
Con 437 mil asistentes en 2024 y más de 210 mil entre enero y lo que va de este año (según cifras oficiales), el Munal mantiene un flujo constante de interés. Aun así, Velázquez Torres considera que el verdadero desafío va más allá de atraer público: consiste en establecer una conexión genuina.
Los jóvenes desean más que contemplar arte; necesitan sentirse escuchados y seguros, así como disponer de un área donde puedan disfrutar y participar activamente. El museo debe atender estas demandas y convertirse en un lugar de encuentro para el diálogo y el disfrute compartido
.
Para la directora, esta perspectiva impulsa iniciativas que fomentan la participación directa, con talleres de curaduría, museografía e investigación, que forman nuevas generaciones de profesionales y ciudadanos reflexivos.
El objetivo va más allá de mostrar piezas; buscamos narrar relatos que susciten cuestionamientos y fomenten el intercambio. El Munal debe abrirse al entorno y atender las inquietudes sociales actuales. Es una zona de encuentro y transformación, alejado del aislamiento
.
El Salón de Recepciones conservará su función como escenario clave para conciertos y actos culturales que rompen la idea del museo como sitio exclusivo para la contemplación visual
.
Para 2026, la directora anticipa exposiciones que profundizarán en la complejidad del arte mexicano desde distintas perspectivas. Sobresalen los montajes sobre Ángel Zárraga y las relaciones diplomáticas a través del arte, con enfoques que iluminan los matices históricos y simbólicos de México.
Dirigir el Munal, organismo con tantos años y una gran historia, representa un honor y privilegio; agradezco la confianza que me han brindado para asumir la dirección. El equipo entrega todo su esfuerzo y corazón para estar siempre a la altura de sus visitantes
, afirmó Velázquez Torres.
Seguiremos trabajando de la mano con distintas entidades, agentes culturales e investigadores para fortalecer nuestras muestras, la investigación y el programa público.
Una reflexión sobre el papel del esoterismo en el arte

▲ Bajo el signo de Saturno concluirá en febrero de 2026. Consta de 200 piezas de artistas como Breton, Carrington y Tamayo.Foto Yazmín Ortega
Omar González Morales
Periódico La JornadaMartes 29 de julio de 2025, p. 3
El filósofo alemán Walter Benjamin reflexionó sobre su destino cuando dijo: Vine al mundo bajo el signo de Saturno, la estrella de revolución más lenta, el planeta de las desviaciones y demora
. Esta frase marcó tanto a la escritora Susan Sontag, que la utilizó de título de uno de sus libros de ensayos. Ahora, el Museo Nacional de Arte (Munal) también la refrenda en la exposición Bajo el signo de Saturno: Adivinación en el arte.
Inspirada en la donación de una carta astral de André Breton a su amigo el poeta Jean Schuster, la exhibición reúne piezas de varios acervos con el fin de reflexionar sobre el papel del arte en la búsqueda de la profundidad del espíritu humano. Además, propone una nueva lectura de los acervos mediante el espiritualismo y la esotería.
Curada por David Caliz, la exhibición consta de 200 piezas, entre las que hay cartas de Tarot, esculturas, grabados, fotografías, libros, pinturas, recortes de periódicos y hasta textiles. Entre los creadores están André Breton, Leonora Carrington, José Guadalupe Posadas, Remedios Varo, Agustín Casasola, Rufino Tamayo, Lola Álvarez Bravo, Saturnino Herrán y Nahui Ollin, entre otros. También hay documentos del Fondo Ricardo Pérez Escamilla.
Nuestra intención es crear una exposición rica que se complemente y permita al público reflexionar sobre los museos como espacios para imaginar mundos y futuros diversos. ¿Es el arte un vehículo para comprender lo que no podemos? ¿Podemos construir nuevas narrativas a partir de nuevas perspectivas de las lecturas a los acervos de los recintos?
, preguntó el historiador durante el recorrido.
La muestra se divide en cuatro módulos: Nigromancia: Invocar a los muertos, Clarividencia, Astrología: Consultar las estrellas y Terror cósmico: La incertidumbre del futuro. En todos se describe la importancia de las artes adivinatorias en las sociedades de los siglos XIX y XX. Entre los recintos que colaboraron para la exhibición están los museos Tamayo, de Arte Moderno, Castillo de Chapultepec, de San Carlos, Carrillo Gil, la Fototeca Nacional y colecciones privadas.
En el primer segmento se analiza el papel de la corriente espiritista y la intención de comunicarse con el más allá para comprender mejor la muerte. Esta práctica fue común a inicios de 1900, influenciada por Allan Kardec y su revista Ilustración Espiritista.
Las piezas artísticas retoman aspectos lúgubres, como las apariciones fantasmales plasmadas en los cuadros Auto de fe, pintado en 1906 por Julio Ruelas, y la zincografía Invocando espíritus, creada en 1900 por José Guadalupe Posadas, pero también de sátira, como sucedió con las caricaturas publicadas en el Hijo del Ahuizote dirigidas a Francisco I. Madero, asiduo practicante de estos rituales.
La intención de conocer el futuro ha existido desde las sociedades más antiguas de la humanidad, y es el centro del módulo Clarividencia, desde la Grecia antigua, pasando por Roma y los imperios de Asia y Egipto, hasta la actualidad, mediante bolas de cristal hasta la quiromancia y el Tarot, utilizado por Carl Gustav Jung para crear sus arquetipos.
El lema conócete a ti mismo
vincula las obras de Lola Álvarez Bravo con la colección fotografías sobre gitanas que leían la mano, las cuales tituló Siquiatra popular, que dialogan con esculturas y pinturas de Leonora Carrington, quien usó la visión surrealista para la búsqueda de su universo artístico, como lo representa su efigie Palmist, una mujer con ojos en las manos y rostro de cuervo, considerado una de las aves místicas universales que encarnan los conceptos del destino y el misterio. También destaca el Tarot chilango, del fotógrafo mexicano José Raúl Pérez, quien en 1995 representó los 22 arcanos con personajes basados en oficios y escenarios emblemáticos del panorama capitalino.
El núcleo Astrología: Consultar a las estrellas se enfoca en la búsqueda del autodescubrimiento, aquí yace el centro de la muestra: la carta astral realizada por Breton a Schuster, pero no es la única: también está la del poeta Ramón López Velarde y una de Remedios Varo. En el mismo tenor se encuentra la pieza El planisferio celeste, pintada en 1940 por Antonio Ruiz El Corcito, uno de sus cuadros más grandes, así como la pintura La mujer X, de Saturnino Herrán. Destaca también la presencia de los paisajes de Gerardo Murillo Dr. Atl.
Terror Cósmico: La incertidumbre del futuro pone en el panorama lo pequeño que puede parecer la existencia humana cuando se compara con los eventos del universo. Aquí yacen vacíos y galaxias plasmadas por Rufino Tamayo, entre las que se encuentran piezas como El iluminado, La gran galaxia, El día y la noche en las pirámides del Sol y la Luna, y Terror cósmico, que dialogan con piezas de Mathias Goeritz, Cordelia Urueta y David Alfaro Siqueros, a la vez que reflexionan ante la frase en latín Quod est superius est sicut quod inferius (Como es arriba es abajo).
La exposición Bajo el signo de Saturno: Adivinación en el arte concluirá el 15 de febrero de 2026 de 10 a 18 horas en el Munal (Tacuba 8, Centro Histórico).
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